En mi derrotero desde el campamento hasta la cumbre, a pesar del frio intenso del día, pude observar que la llegada de la primavera, en nuestras latitudes, es inexorable. Algunas flores ya lucen de gala, otras están en capullo, pero de una forma u otra son, y serán por siempre, extremadamente bellas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario