Sigo alejándome del macizo moreno del Tres Picos. No puedo dejar de mirar hacia atrás para contemplar sus cambios según transitan las nubes. Mi escalada fue en solitario y crucé, en la subida, a un grupo de 14 expedicionarios que bajaban. Luego, a través de la Naciente del Arroyo San Diego, observé un grupo de 46 expedicionarios que dejaban la Cueva de los Guanacos y también bajaban. A partir de entonces, uno de los patios más lindos de Ventania quedó, en toda su dimensión, solamente para mi.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario