jueves, 18 de junio de 2009

Cumbre 203 al Cerro Tres Picos - 14 Jun 09

Y quiero creer que volví al coloso bonaerense. Mi última incursión había sido el 7 de feb de 2009. Después vino la quebradura del codo derecho que me tuvo varios meses inactivo. Si bien estaba en mis planes retomar el sendero, ese que tantas veces hube andado, la decisión se aceleró por el llamado de Facundo desde Capital Federal quien vendría con sus amigos Laura y Gerardo. La jornada se presentó ventosa, pero a medida que pasaban las horas el viento amainaba y el sol nos entibiaba, sobre todo en la hora que permanecimos en la cúspide. Les muestro algunas fotos de la que fue mi cumbre número 203: Gerardo y Facundo disparándose con sus cámaras; paisajes serranos mientras descendíamos, y la puesta de sol cuando llegábamos a La Glorieta, todas, con poesía de Mario Benedetti.

Homenaje a Mario Benedetti - Pocas cosas

En este mundo hay tan poquitas cosas
capaces de endulzarle a uno la vida /
digamos la esperanza amanecida
o la lluvia que brilla en las baldosas
me gusta la constancia de las rosas
que nunca dan su espina por perdida
y también la tristeza repetida
de las palmas tan solas y orgullosas
pero no hay nada tan profundo y leve
como el alma y el vértigo y los labios
de esa mujer que al verla nos conmueve
para ser alguien entre cielo y suelo
y salvarse del odio y sus resabios
nada como el amor y su consuelo

miércoles, 17 de junio de 2009

Quebrada de la Chimenea - Abra de la Ventana - 15 de Junio de 2009

Fotografía tomada desde el interior de la Cueva de la Chimenea.
Cueva de la Chimenea mirando al sur. Al norte se puede ver el Cerro de la Ventana.

No es necesario caminar varias horas para encontrar pequeños territorios de roca y pastizal embozados en las sierras de Ventania. Sí se necesita espíritu explorador, piernas firmes y mente sensible.

Después de haber escalado el Cerro Tres Picos el día anterior, aprovechamos para regenerar nuestros músculos incursionando la Quebrada de la Chimenea, una de las tantas que apuntan a la Ruta 76 en el Abra de la Ventana.

Macizas rocas, largas paredes y bloques con jardines colgantes se mostraron ante nuestra vista. No faltó una pequeña Cueva (sin pinturas rupestres) que invitaba a un reparador descanso en su cálido vientre.

La Chimenea no se ve a simple vista. Hay que internarse por la Quebrada e inclinarse por el faldeo hacia la derecha en un terreno con altos pastizales y rocas por doquier. A simple vista, a la distancia, se ve una enorme raja.

Caprichos de la naturaleza formados en millones de años. Horacio intenta llegar lo más alto que puede para que ustedes noten las dimensiones de esta pared de granito y cuarcita con leve tinte rosado.
Alicia dentro de la Cueva de la Chimenea. Capacidad para pernoctar: 5 personas cómodas.
Cueva de la Chimenea, pequeña pero de piso plano y cómodo. Aparenta ser estanca.
Quebrada de la Chimenea sin arroyuelos por la sequía que nos afecta desde hace 4 años.
Pinar exótico (mano del hombre) en la ladera este de la Quebrada de la chimenea.

miércoles, 3 de junio de 2009

Quiero creer que estoy volviendo - Homenaje al Poeta Mario Benedetti

Vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo
hay tanto siempre que no llega nunca
tanta osadía tanta paz dispersa
tanta luz que era sombra y viceversa
y tanta vida trunca
vuelvo y pido perdón por la tardanza
se debe a que hice muchos borradores
me quedan dos o tres viejos rencores
y sólo una confianza
reparto mi experiencia a domicilio
y cada abrazo es una recompensa
pero me queda / y no siento vergüenza /
nostalgia del exilio
en qué momento consiguió la gente
abrir de nuevo lo que no se olvida
la madriguera linda que es la vida
culpable o inocente
vuelvo y se distribuyen mi jornada
las manos que recobro y las que dejo
vuelvo a tener un rostro en el espejo
y encuentro mi mirada
propios y ajenos vienen en mi ayuda
preguntan las preguntas que uno sueña
cruzo silbando por el santo y seña
y el puente de la duda
me fui menos mortal de lo que vengo
ustedes estuvieron / yo no estuve
por eso en este cielo hay una nube
y es todo lo que tengo
tira y afloja entre lo que se añora
y el fuego propio y la ceniza ajena
y el entusiasmo pobre y la condena
que no nos sirve ahora
vuelvo de buen talante y buena gana
se fueron las arrugas de mi ceño
por fin puedo creer en lo que sueño
estoy en mi ventana
nosotros mantuvimos nuestras voces
ustedes van curando sus heridas
empiezo a comprender las bienvenidas
mejor que los adioses
vuelvo con la esperanza abrumadora
y los fantasmas que llevé conmigo
y el arrabal de todos y el amigo
que estaba y no está ahora
todos estamos rotos pero enteros
diezmados por perdones y resabios
un poco más gastados y más sabios
más viejos y sinceros
vuelvo sin duelo y ha llovido tanto
en mi ausencia en mis calles en mi mundo
que me pierdo en los nombres y confundo
la lluvia con el llanto
vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia
conozco este camino de memoria
pero igual me sorprendo.

Defensa de la alegría - Mario Benedetti

Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.