
Después de haber escalado el Cerro Tres Picos el día anterior, aprovechamos para regenerar nuestros músculos incursionando la Quebrada de la Chimenea, una de las tantas que apuntan a la Ruta 76 en el Abra de la Ventana.
Traigo reflejos de Ventania, lugar en donde pude desplegar mis alas en libertad. Trataré de ser preciso y objetivo en mis relatos o versos, aunque debo reconocer que ésto último quizás me cueste bastante. Pido disculpas si en alguno de mis comentarios les parece encontrar apasionamiento o exaltación. Quizás sea así. Es que es tanta la belleza que se descubre en Sierra de la Ventana que no puedo dejar de describirla.
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