
Mientras dejábamos atrás "El bote", la piedra más popular de la Pampa de los Guanacos, vimos, hacia el poniente, un puntual chaparrón que caía sobre el verde prado.
Traigo reflejos de Ventania, lugar en donde pude desplegar mis alas en libertad. Trataré de ser preciso y objetivo en mis relatos o versos, aunque debo reconocer que ésto último quizás me cueste bastante. Pido disculpas si en alguno de mis comentarios les parece encontrar apasionamiento o exaltación. Quizás sea así. Es que es tanta la belleza que se descubre en Sierra de la Ventana que no puedo dejar de describirla.
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