
Quedé perplejo por su comentario y no atinaba otra cosa más que a observarlo estudiándolo de arriba a abajo. Por un momento dudé acerca de que si lo que estaba viviendo era realidad o ficción. El llamado de Fran hizo que me sobresaltara y me hiciera ver la realidad.
Me despedí sin saber su nombre, aunque quizás él y los suyos hayan sabido el mío, pero apenas había dado un par de pasos hacia abajo, me dijo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario