¡Cuántas almas han andado por esos lugares! ¡Las Paredes Rosas! ¡La Pared del Techo! ¡Cuántos montañistas habrán disfrutado de las escaladas en este lugar antes de encarar desafíos más duros!
Y es sabido y conocido que unos siguieron su camino. Otros cayeron. Pero los que han caído no fueron olvidados. Han sido eternizados por amigos y familiares en placas recordatorias colocadas en las paredes serranas en la propia quebrada.
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