Se acabó la escalada. Gracias a Dios por concedernos otra ascensión sin contratiempos. Y para finalizar con esta travesía, quiero expresar que, más allá de la pura verdad en el sentido de que fue un día frío, no me quejo, es más, ruego que todos los habitantes del mundo pudieran tener la posibilidad de caminar, de tener comida, techo, abrigo. Que si tienen frío que sea por salir a disfrutar la naturaleza y no obligadamente. Que puedan vivir en paz. Sin guerras
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